El conjunto de criterios y normas de medición de medio ambiente, social y de gobierno (ESG), se convirtió en un actor fundamental para fortalecer la sostenibilidad empresarial, reducir emisiones y ganar la confianza de inversores conscientes. A su vez, los consumidores y empleados exigen un papel más activo de las empresas en cuestiones de ESG. Esto va más allá del cumplimiento normativo.
Según una encuesta de la Serie de Inteligencia del Consumidor sobre ESG de 2021, el 83% de los consumidores cree que las empresas deben liderar las mejores prácticas en ESG, mientras que el 86% prefiere apoyar o trabajar para empresas comprometidas con estos problemas. La brecha entre las expectativas del público y la percepción de las empresas se hace evidente. El 91% de los líderes empresariales sienten la responsabilidad de actuar en asuntos de ESG. Dicha responsabilidad tiene un impacto favorable tanto en la ética empresarial como en la rentabilidad económica. Implementar estas políticas genera confianza en el mercado, porque demuestra un compromiso real de la compañía con la sostenibilidad.
Consumidores conscientes
La crisis de la COVID-19 amplió la base de personas dispuestas a pagar más por productos y marcas comprometidos con la sostenibilidad. Hoy, las empresas deben implementar políticas acordes, debido a la demanda del mercado y a las regulaciones gubernamentales. Esto implica ser responsables con el entorno y llevar a cabo iniciativas sociales y ecológicas, cumpliendo así con los requisitos legales. Sin embargo, existe una desconexión entre la percepción de los mismos y la dirección empresarial.
Los consumidores desean que las empresas no solo reaccionen, sino que también den forma a las mejores prácticas de ESG, y están dispuestos a recompensar o penalizar a las marcas en consecuencia. El 76% de estos afirma que terminarán su relación con compañías que traten mal al medio ambiente, a los empleados o a la comunidad en la que operan.
Comprender los datos ESG
Para gestionar eficazmente la sostenibilidad, las empresas deben emplear tecnologías digitales y estadísticas. Abordar estos desafíos requiere un enfoque centrado en esos datos. Es esencial contar con información precisa para reducir el impacto, generar informes y transformar el negocio. El uso de estadísticas para comprender la huella de sostenibilidad y la cadena de valor permite crear estrategias eficaces en cuestiones de ESG.
Al lanzar Microsoft Cloud for Sustainability, nuestro enfoque inicial se centró en las emisiones de carbono. Con el tiempo, ampliamos el modelo para incluir agua y residuos. Estos centralizan datos empresariales, como ERP, instalaciones, sensores IoT y mediciones ambientales, además de estadísticas externas de proveedores, servicios públicos y transporte. En otras palabras, simplifican la recopilación, el intercambio, los cálculos y la generación de informes.
Cómo empezar
Abordar los desafíos de la sostenibilidad es una tarea global en la que participa activamente nuestro creciente grupo de socios. Estos desempeñan un papel crucial al ayudar a los clientes a desbloquear sus datos, idear estrategias para reducir su impacto ambiental y lograr resultados más respetuosos con el entorno.
Un ejemplo concreto de esta colaboración es la iniciativa reciente de McKinsey, que ha diseñado una solución completa que combina la inteligencia de datos en sostenibilidad del Microsoft Sustainability Manager, con la planificación de la descarbonización. Esta alianza tecnológica tiene como objetivo principal mejorar las transformaciones hacia la sostenibilidad de las empresas, al integrar los datos relacionados con sus actividades generadoras de emisiones en las estrategias destinadas a reducirlas.
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